¿Vagos para hablar?

1. El habla es producto del desarrollo de una serie de estructuras y de su funcionamiento coordinado.
2. Un ambiente propicio es aquel en el que no se ejerce presión y le permiten al niño hablar libremente sin apurarlo, interrumpirlo o corregirlo innecesariamente.
3. El aprendizaje del lenguaje ocurre tan rápido en los casos en que no hay dificultades que es fácil ignorar que el sistema lingüístico es sumamente complejo. Debido a elll, ante una demora o dificultad, es esencial consultar a un especialista.
4. No se busca que los adultos se transformen en docentes. Una actitud de escucha atenta que responda empáticamente a cada expresión, que reformule sus emisiones en forma sutilmente más precisa, que genere momentos compartidos respetando las pausas de un diálogo posible, son conductas facilitadoras.
5. La consulta temprana orienta, previene posibles déficits, permite optimizar los recursos ambientales y brinda a los adultos del entorno confianza para poder seguir siendo naturales y disfrutar del pequeño.
6. El diagnóstico permite entender y se abre un camino donde la ayuda se vuelve imprescindible, y el perfil de habilidades dirá concretamente donde enfatizar.
7. Si bien hay una gran cuota de improvisación en las ayudas que se les brindan, también hay mucho conocimiento para poder ser espontáneos incluyendo los recursos más adecuados en cada momento.